La esperanza sigue despierta.
Mientras gente manifiesta su enojo por la alta seguridad en la Ciudad de México por la llegada de Barack Obama; el manifestante más crítico y uno de los más sazonados que conozco, José Saramago, mantiene la flama de la esperanza (como se dice en el jargon de lo cursi) viva.
José ha ofrecido a Camões, el perro que vive con él y con Pilar, para que enseñe al crío de los Obama... Bo.
Un gesto muy bello y profundo. Imaginen que cada pueblo o especie este dispuesto a enseñar en lugar de dictar. ¿No sería este mundo mucho mejor?
Me quiero imaginar a Camões recordando –que es como aprender nuevamente– lo que es ser un cachorro junto a Bo. Como recibiendo una dósis de esperanza... un principio en una página fresca.
Thursday, April 16, 2009
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