Que lástima que recurran a este método para que no se pierdan, embodegarlas en una montaña de Noruega para que cuando nos acabemos lo que hay, generemos más.
Es mentira que aprendamos de las experiencias y que tengamos el derecho a equivocarnos, si esto traera consecuencias terribles para las generaciones futuras. Simplemente NO es democrático: Nunca les preguntamos si quieren vivir en este planeta, nunca podrán decirnos que nuestra política nos lleva a todos a la deriva.
No solamente nos acabamos nuestras semillas, seguimos derrochando energía, comiendo cualquier porquería que salga en televisión, tirando a la basura lo que no nos comemos. En fin, haciendo nuestra huella más grande, poniendole chile y sal a la llaga.
Lo preocupante es, que no nos costaría nada hacer lo contrario. No seríamos un poco más tristes o nuestra vida más miserable por apagar la luz cuando no la usamos, comprar productos locales, no dejar basura en la playa o el parque, no consumir plantas modificadas genéticamente, ni madera de bosques no autorizados... Carajo, qué necesidad hay de construir casas en un manglar o un río?
Parece que nos interesa acabar con todo y todos y nosotros antes de prevenir. Por la razón que sea.